
Más de 40.000 personas participaron de la Marcha que partió desde el Centro Universitario, en el Parque San Martín, hasta la Plaza Independencia en el centro de la Ciudad. Hay que retroceder a la gigantesca pueblada del agua, de fines de 2019, para encontrar una movilización popular de tal magnitud. Fue impactante y emotivo el apoyo y acompañamiento de trabajadores de sindicatos (de la CGT y las CTA), de la UTEP y otros movimientos sociales, y de autoconvocados. Padres y madres, estudiantes secundarios, personas de diferentes extracciones sociales y contradictorias posiciones políticas (votantes y opositores a Milei) acompañaron a autoridades, docentes, no docentes y graduados, porque siguen valorando la importancia de contar con una Universidad pública, gratuita, autónoma, laica, de calidad, plural e inclusiva.
La Marcha estuvo abonada por los debates, actividades, paros y resistencias previas, entre las que se destacan el Banderazo del jueves 11 de abril, donde unas 4.000 personas manifestaron en defensa de la educación, la investigación y la extensión de la Universidad Pública. Allí quedó plasmado el rechazo de gran parte de los presentes “a las gestiones del rectorado para incluir a la educación en el Pacto de Mayo de Javier Milei” (diario Sitio Andino). También fue clave la firme posición del Frente Sindical Universitario (FADIUNC, SIDUNCU y ATUNCU) para impulsar y sostener la Marcha frente a las maniobras y presiones para desactivarla.
La Jornada culminó en el Acto realizado en la Plaza, donde hablaron dirigentes estudiantiles de la FUC y de la FES, la secretaria de Siduncu (CONADU), la secretaria general de Conadu Histórica, y el Vicerrector de la UN de Cuyo.
El desafío político planteado para las organizaciones docentes, no docentes y estudiantiles pasa no solo por mantener la unidad lograda y reforzar la movilización, sino principalmente por desbaratar las maniobras en curso del radicalismo gobernante en la provincia, aliado de Milei. Eso implica ampliar el campo de lucha económica (presupuesto) al plano político e ideológico (una Universidad ¿al servicio de quién?, ¿qué contenidos?, etc.); no aislar nuestra lucha e inscribirla en el enfrentamiento general al plan de ajuste y entrega nacional.










































































































